¿Claudia o Marcelo? La hora de las definiciones

Ramsés Ancira / Historias para armar la historia
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.    http://carteleradf.blogspot.com/

Andrés Manuel López Obrador, si le hiciéramos caso a sus detractores, podría ser un pésimo presidente. No lo es, pero si así fuera, los partidos de oposición en México y sus líderes son tan pobres intelectualmente, tan carentes de propuestas, tan miserables como los Thernardier, pero mucho más que Javert (al fin y al cabo, este era sólo era un policía que deseaba cumplir con su deber). Por todo esto llegó la hora de definir quién será el próximo candidato a jefe del Ejecutivo en México: Ebrard o Sheinbaum.

Votar por el PRI: Una razón para no hacerlo. Ese es el partido que gobierna el estado de México. Cuando lo encabezó Eruviel Ávila, hizo uso del sistema penal para deshacerse de sus críticos, uno de ellos fue el licenciado Humbertus, quien hoy encabeza el mayor movimiento en el país contra la fabricación de expedientes y culpables. En el gobierno de Alfredo del Mazo, la entidad continúa en el primer lugar nacional de abusos contra personas privadas de su libertad.

Votar por el PAN: Igualmente una razón para no hacerlo. El fraude electoral mediante el cual llegó a la Presidencia de México Felipe Calderón, tuvo un costo de más de 100 mil vidas por su guerra contra el narcotráfico. Con su apoyo, Genaro García Luna se convirtió en ejemplo paradigmático de la estupidez policiaca, al no poder investigar un solo caso de secuestro, sin recurrir a la tortura.

Más partidos no hay. La última opción independiente en México data del siglo pasado, con Alternativa, que encabezaba Patricia Mercado. Entre la soberbia de Andrés Manuel López Obrador y las luchas internas entre dizque campesinos, dizque socialdemócratas y feministas, acabaron con esa opción que no se alineaba con otros partidos y se negaba a ser satélite de otros; el Partido Verde, por ejemplo, siempre dispuesto a prostituirse con el mejor postor.

Así que la opción es Morena, nos guste o no. Ésta es la mula con la que tendremos que arar.

Pero faltan tres años y por lo mismo hay que tener cuidado. Muchos de los candidatos palomeados por Mario Delgado para competir por cargos de elección popular, vienen de partidos que saquearon las finanzas públicas en sus entidades, heredando endeudamiento, como es el caso comprobable de muchos municipios de la frontera norte de Coahuila.

Hoy, muchos de los que se apuntan para las elecciones estatales tienen pasados muy cuestionables, o francos vínculos con el crimen organizado; de tal manera que, si López Obrador quiere pasar a la Historia y conservar la viabilidad de la cuarta transformación, tiene que delegar en la Secretaría de Gobernación y la Secretaría de Seguridad Pública y Protección ciudadana. Sus titulares tienen que estar muy pendientes de los candidatos que elijan, no se les vaya a colar otro Miguel Barbosa y se vayan a caer más helicópteros como el del matrimonio Moreno Valle, porque sí es así, a Morena se lo lleva la trampa.

Entonces: ¿Se convertirá Claudia Sheinbaum en la primera mujer presidenta de México? ¿Por edad y lealtad primero le toca cosechar triunfos a Marcelo Ebrard? El ahora canciller por sus éxitos para conseguir las vacunas para México y mantener la política exterior mexicana, sin excluir a nadie: ni a Cuba, ni a Venezuela, ni a Palestina, le ha devuelto al país la dignidad que nuestro país había perdido, por ejemplo, cuando el secretario Luis Videgaray le otorgó por puro negocio la condecoración del Águila Azteca al rey saudita, mundialmente reconocido como represor y asesino, de periodistas entre otros.

(Por cierto, Israel se ha convertido en un refugio seguro para presuntos delincuentes mexicanos. La razón de fondo de que no haya un tratado de extradición entre ambos países, es que el nuestro se niega a la política permanente de genocidio y despojo de territorios palestinos).

También es posible que ni Claudia ni Marcelo sean candidatos de Morena. López Obrador puede tener “caballos negros”. Lo demostró al nombrar a su amigo Adán, como titular de la Secretaría de Gobernación. Recordemos también que tiene como jefe de asesores, trabajando sin reflectores, a Lázaro Cárdenas Batel. Para un país con memoria histórica, un nuevo Cárdenas en la Presidencia de la República sería un platillo suculento en el menú de candidatos presidenciables.

Y otra cosa tiene a su favor: Sin bañar de sangre el estado de Michoacán, Cárdenas Batel supo mantener a raya al narcotráfico, asunto en el que el PRD fracasó olímpicamente.

Pero por ahora nos centramos en Claudia y Marcelo, la primera hizo un magnífico segundo piso, gratuito, que durante más de 10 años ha mantenido la fluidez de los distribuidores viales en el sur de la Ciudad de México; el segundo le dio concesiones a OHL, con el mismo propósito; y todavía no queda claro quién es responsable en el uso de materiales de tercera calidad en la parte elevada de la línea 12 del Metro.

Cuando Manuel Camacho Solís fue regente del Distrito Federal, se prohibieron las grúas particulares y la extorsión de automovilistas, cuando Ebrard ocupó el mismo cargo de su maestro y jefe político regresó la corrupción.

Marcelo Ebrard, Miguel Ángel Mancera, Armando Quintero y otros personajes de muy dudosa reputación robaron millones de pesos. La Secretaría de Transporte y Vialidad, se convirtió en un negocio magnífico para dar concesiones del Metrobús, del Metro y a organizaciones de taxistas.

Quintero ha hecho de una fracción del mapa de la Ciudad de México, la que corresponde a la alcaldía Iztacalco, un feudo que ha encabezado durante casi tres décadas. Quintero, en una noticia que ha desaparecido de las redes sociales, llegó a denunciar un robo en su domicilio particular por muchos millones de pesos, en efectivo y en bienes materiales, más propios de un maharajá que con de un alcalde de izquierda.

Como cereza del pastel, entre Ebrard y Mancera crearon un organismo de extorsión y chantaje llamado Instituto de Verificación Administrativa (Invea) una caja chica de incalculable valor.

Claudia Sheinbaum rescató del desaparecido partido Alternativa, a Andrés Lajous Loaeza, lo hizo secretario de Movilidad, y aunque ha sido víctima de ataques, como le ocurre a todo funcionario público, a diferencia de sus predecesores nadie le ha tildado de ladrón. Con él a cargo se creó el Cablebús, se ampliaron las líneas de Metrobús y crecieron ciclo vías en la Ciudad de México. Se ha hecho más con mucho menos.

Sheinbaum no ha podido acabar con las obras de destrucción masiva que autorizaron sus predecesores, entre estas la torre Mitikah, cuyos trabajos han atentado contra el pueblo originario de Xoco. Sin embargo, lo que sí hizo Claudia fue permitir que abrieran centenares de restaurantes y comercios en la Ciudad de México. Gracias a ella, el desempleo que provocó el covid-19, no hizo aumentar la delincuencia en la capital. No solo pagó los gastos de entierro de todos los que murieron por la pandemia en esta ciudad, sino que ofreció alternativas de trabajo a miles de personas, quienes pudieron establecer negocios para trabajar por su cuenta.

Ahora el Invea promueve el empleo, la vacunación y hasta concursos de participación ciudadana. Clausura las obras que autorizaron violando las leyes de uso de suelo y frena la construcción de condominios que fueron edificados en terrenos comprados por centavos a personas venidas a menos, para ser vendidos en millones (de dólares) por fraccionadores.

Por cierto, este también ha sido negocio de Dolores Padierna y René Bejarano. Con el apoyo del Registro Público de la Propiedad y del Registro Civil, identificaban terrenos intestados, se apoderaban de ellos, y construían edificios de departamentos para sus aliados políticos.

Sheinbaum también está trabajando para que el Instituto de Vivienda deje de ser negocio de gestores, y se den los créditos directamente a las personas que más lo necesitan, entre ellos los que no tienen trabajo formal y por lo tanto no tienen las prestaciones del Infonavit. Aun así, carga con sospechas de sobreprecio en el arrendamiento de patrullas que sería más fácil y barato comprarlas que rentarlas.

Bitácoras suplementarias

El conflicto entre catedráticos y Conacyt. El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología ha sido instrumento de poder político para dar becas (y quitarlas) a los amigos de los poderosos. Un caso fue el de la abogada Yvonne Carolina Flores Alcántara, a quien temporalmente le retuvieron su beca de doctorado en Derecho, por presiones del columnista de La Jornada, Alfredo Jalife Rhame Barrios.

Ahora resulta que un grupo de catedráticos de la Universidad Autónoma Metropolitana decidió durante el sexenio pasado formar un grupo de observación, con poder de decisión, para vigilar a quien se le otorgaban recursos de investigación. Esta iniciativa era excelente, pero… resulta que utilizaron recursos del propio Conacyt para hacer este mecanismo de fiscalización; y lo peor, se les señala por haber decidido que los proyectos de investigación que merecían ser apoyados, eran los de ellos mismos.

Hay 31 órdenes de aprehensión solicitadas por la Fiscalía General de la República, que para variar y no perder la costumbre de los sexenios del PRIAN, tiene un apetito enorme por meter a la cárcel a la gente y lavar la mundialmente deteriorada imagen del fiscal Gertz Manero, en lugar de terminar primero las investigaciones correspondientes.

La legitimidad del periodismo militante. La película Presunto culpable fue censurada por el Poder Judicial mexicano. Su estreno fue posible gracias a Diego Luna y Gael García Bernal, quienes fundaron el proyecto documental Ambulante. Pero Diego y Gael no forman parte de la corte de aduladores del presidente López Obrador, de manera que el brazo periodístico de la 4T,  llamado Revolución 3.0 decidió acusarlos de ser críticos por recibir recursos del PRIAN.

A eso se le llama sevicia, es crueldad innecesaria y es una calumnia. Una de las labores esenciales del Estado es promover la cultura cívica, la educación y la producción artística. A eso se destinaban los recursos para Ambulante, nada más, pero tampoco nada menos.

Tan reprochable es acusar a Epigmenio Ibarra de recibir préstamos del Bancomext, que sobradamente tenía garantías para pagar por los programas que hace para Telemundo y Netflix, además de atraer divisas a México, como decir que Diego y Gael eran prianistas. Por cierto, ellos también producen en el extranjero y gracias a ellos se infla la bolsa de remesas que recibe el país.

Pero los lame botas siempre han estado tanto en la derecha como en la izquierda, así entre los conservadores como entre los liberales. De Germán Dehesa y Rafael Solana dramaturgos y escritores, recibí dos lecciones. El primero decía que no era objeto, sino sujeto, por lo tanto, no podía hacer periodismo objetivo. El segundo, que cuando no le gustaba una obra de teatro, mejor la pasaba por alto “¿A quién le sirve denostar algo que ha costado esfuerzo, dinero, empeño y talento, aunque los resultados no sean satisfactorios?” Era, me dijo, un desperdicio de tiempo y espacio utilizar las páginas de la revista Siempre para hablar de obras malas, cuando había tantas buenas que reseñar.

Una verdadera lástima que Beatriz Pagés Rebollar, heredera del fundador de esa revista, José Pagés Llergo,  no haya aprendido la lección. Aunque el periodismo de opinión es legítimo, ella no hace periodismo, hace una colección de odios y los graba en video.

Ya rebasé el espacio, quería hablar de Zolá, quien fue a la cárcel por publicar Yo acuso, una denuncia por el antisemitismo del gobierno y el Ejército francés. Merece más espacio, porque es una lección de periodismo que ha trascendido los siglos. Habrá que regresar a ello.

Por ahora solo quiero recordar: Guillermo Prieto, Carlos Marx, Ignacio M. Altamirano, los hermanos Flores Magón, Emilio Zola y Víctor Hugo por mencionar algunos ejemplos, todos ellos fueron periodistas, todos ellos lucharon contra el régimen y todos pasaron a la historia por eso.

La oposición en México, incluida la oposición que hay dentro de Morena, también tiene un fuerte componente de miserables, a diferencia del personaje de Víctor Hugo, ellos no sólo son fanáticos obsesionados con cumplir con un deber, son fanáticos del poder por el poder; y eso es característica del nuevo Yunque.

Ya no se trata solo de la unión de personas identificadas con ideales, aunque fueran de extrema derecha. Ahora es un club de empleos y negocios que quieren realizar al amparo del Estado. Jamás podremos perdonar el asesinato de cientos de extranjeros, cuando la ultraderechista Cecilia Romero, dirigía el Instituto Nacional de Migración; o la muerte de 49 niños en la guardería ABC, concesionada a familiares, cuando Margarita Zavala era la responsable del DIF.

 

 

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