Baraja gubernamental

Jorge Meléndez Preciado
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Pronto, sin duda, aprehenderán a Tomás Zerón de Lucio, uno de los artífices de la siempre cuestionable e inservible “Verdad histórica”, que no sólo cansó sino retiró a Jesús Murillo Karam de la grilla.

(Murillo, un hombre que andaba en los restaurantes con abrigos y gorros soviéticos, para tratar de apantallar a la concurrencia).

            Tomás, a quien se le motejo Zembrón, ya que llevó pruebas al río Cocula para hacer más patente que allí estaban los restos de los jóvenes de Ayotzinapa, está ligadísimo a Genaro García Luna, el que no entendió lo que hace años pregonaba Estados Unidos: el imperio no tiene amigos sino intereses, por eso fue detenido en USA.

La frase, adoptada a la fórmula mexicana, fue comprendida ampliamente por Emilio Lozoya Thalman, padre de Lozoya Austin, quien convenció a éste, su hijo, que mejor cantara y entregara los videos sobornando a diferentes personajes del sistema, de izquierda, centro y derecha, para que su encarcelamiento no fuera muy largo.

En las grabaciones, que verán con morbo Carlos Ahumada, Diego Fernández de Cevallos, Brozo y especialmente Carlos Salinas, quienes maquinaron videos con el objeto de enjuiciar a Andrés Manuel López Obrador, descubriremos como el famoso Pacto por México y la reforma energética eran parte del desmantelamiento del Estado.

            Incluso, el régimen neoliberal, que vendía empresas por y para todo, ahora era adquiriente de algunas que estaban en la ruina, como Agronitrogenados y Fertinal, ya que el Estado pagaba a precio de oro de lo que se había desecho. Algo que en el capitalismo de cuates no está mal visto, aunque haya que endeudar al país al máximo.

Quien soltará lágrimas negras, sin acordes de guitarra, será Rosario Robles, ya que de ella casi no se habla. Desgraciadamente, no la visitan ni siquiera sus más cercanos, exceptuando a su noble hija. Ramón Sosamontes anda a salto de radiodifusoras, ya que acude poco a la que tiene en Guerrero, y Emilio Zebadúa, es mencionado por otras cuestiones, pero mejor se cubre con los libros que antes leyó.

Juan Collado, por su parte, se pone feliz por la visita de Yadira Carrillo, que se ha mantenido presente durante el proceso. Aunque ahora ya no comparte en los mejores restaurantes y no canta ni las de Julio Iglesias, quien seguramente considera un accidente la relación con la pareja y demás asistentes a las rumbosas fiestas.

César Duarte brincó en Estados Unidos. Jamás pensaba que acabando la visita de Andrés Manuel a Donald Trump los sheriffs lo detuvieran. Si en tres años presumió su sonrisa y hacía sarcasmo de las autoridades mexicanas, pensaba que, debido a sus cincuenta propiedades en los yunaites, no tendría problemas.

Ahora entiende que no obstante ser banquero, terrateniente, casero y ligado a Manlio Fabio Beltrones y Luis Videgaray, las cosas en México cambiaron y tendrá que enfrentarse a los procesos abiertos por Javier Corral en Chihuahua, más lo que pueda acumularse.

Quien era considerado el hombre de las negociaciones del PRI con Felipe Calderón, Manlio, y el vicepresidente o mano negra en el sexenio pasado, con Enrique Peña Nieto, el prepotente Videgaray, ya no se sienten muy altivos. Tanto así que Beltrones hasta dijo que es un error, gravísimo, tratar de mellar la administración de López Obrador.

García Luna sabe que tendrá, a su manera, que seguir los pasos de Lozoya Austin, ya que la colaboración con las autoridades, en este caso gringas, será indispensable para no reunirse con el Chapo Guzmán, en una cárcel de alta seguridad. Máxime que las autoridades mexicanas tienen parte de cómo fue el operativo Rápido y Furioso, donde se mandaron a nuestro país, de manera irresponsable por los yanquis, 3 mil armas, las cuales presumen los cárteles, en especial el de Sinaloa.

            Para hacer más recargado el cuadro de horror, Kamel Nacif está en Líbano. Aunque Lydia Cacho, la infatigable reportera ya lo había ubicado, una indiscreción de la FGR puede evitar que lo capturen. Aunque es un pendiente que debe cumplirse a la brevedad, para bien del país y saldar una deuda con Lydia, las mujeres y los niños atacados.

Por cierto, Kamel era casi jefe de Emilio Gamboa Patrón, quien alagaba a Nacif diciéndole “Papá, lo que tú digas”. Y sería bueno conocer qué pasó con la isla mexicana que el yucateco se quería apropiar.

Un personaje menor pero que hizo de las suyas: Mario Marín, motejado irónicamente: el Precioso, sigue tan campante en Puebla.

¿Por qué?

Las cartas de esta baraja que puede manejar López Obrador para las elecciones próximas y terminar su sexenio con muchos triunfos contra la corrupción, son bastantes. Pero como decía alguien que era famoso: “Aún hay más”.

 

 

Crimen ¿y el castigo?

Jorge Meléndez Preciado
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Si usted comete un delito menor, seguramente lo llevarán a la cárcel y tendrá que pagar unas horas detenido o alguna multa. No si trae lo suficiente en la cartera y se arregla con los policías, entonces nada sucede. Si maneja en estado de ebriedad, es detenido y llevado a chirona, puede salir mediante abogado y pagar su falta otro día con ropa adecuada, un libro y comida.

Si hace estropicio y medio durante años, pero tiene cuates, no se le sancionará, al contrario, será objeto de notas de que ya falleció, aunque no haya sido cierto. Carlos Romero Deschamps como ejemplo reciente.

Algunos caerán por oscuras y diversas razones: de Jorge Díaz Serrano a Juan Collado. Otros aparentemente huirán, pero se les verá en grandes fiestas, Mario Marín (el Precioso), en Puebla, donde cientos saben de sus andanzas. Y otros se esconderán en paraísos o estarán en proceso de extradición como Alonso Ancira.

La justicia mexicana es un modelo pésimamente armado para facilitar la impunidad de los que tienen lana. Enredado en grado extremo. Sin ayuda a los necesitados. Sin mayores cambios se trate del antiguo proceso con expedientes que nadie lee o el oral tan presumido, al que se le dedicaron hartos millones de pesos, aparente capacitación de su personal y pobrísimos resultados.

Un reciente caso fue la detención de los padres y cercanos a José Antonio Yépez (el Marro). Los apresados con millones de pesos, droga y armas fueron liberados. El expediente, dijo una juez de siglas PMM, no estaba bien constituido. Por lo tanto, se dejaron fuera a Eva María, madre del huachicolero; su hermana Juana Erika y su prima Rosalba; más dos mujeres y un hombre.

Allí no paró la cosa. Porque enojado y hasta las lágrimas, el Marro, dijo que asesinaría a quienes detuvieron a su familia. Tres policías fueron ultimados y hay otros más en la lista. Extrañamente uno de los abogados del truhan fue también liquidado en una carretera.

Días antes, el padre del multicitado señor de las delincuencias, José Yépez, también salió de prisión. Se alegó que tenía más de 60 años y podía contagiarse de coronavirus. ¡Bien por la noble justicia!

Frente a estos hechos, López Obrador se indignó y dijo que iba a investigar porque se dieron esos sucios, aunque muy normales acontecimientos. Diego Sinhué, el góber activo para hacer frente contra el gobierno central, alegó que la culpa fue de la Fiscalía General de la República, que no atrajo el asunto.

Estamos, seguramente, como señala Ana Laura Magaloni, citada por Carlos Puig (Milenio 30 de junio), ante un sistema donde no hay investigación, enredado y corrupto. Por eso, a criminales muy famosos se les extradita a Estados Unidos y sanseacabó. Aunque muchas veces el asunto se complica, como en el caso de Rubén Oseguera, el Menchito, que dio como resultado el atentado a Omar García Harfuch.

Pero volvamos a Guanajuato. Hoy es el estado donde más homicidios dolosos ocurren diariamente. Según Andrés Manuel, el fiscal Carlos Zamarripa tiene 12 años en el cargo. ¡Bárbaro en los diversos sentidos de la palabra!  Aunque le faltó decir al ejecutivo que su ejercicio, por encargo del congreso estatal, de mayoría panista, durará hasta el 2028. ¡Increíble!

La violencia en ese lugar, donde la refinería de Salamanca que iba a ser atentada con un carro bomba abortado por el Ejército, fue la fuente principal para el crecimiento de Yépez. ¿Tendrán algo que ver los mafiosos con el Sindicato petrolero de Romero Deschamps?

Desde que gobernó Miguel Márquez, panista obviamente, en 2013, se disparó la violencia. Uno de los encargados de contenerla fue Álvar Cabeza de Vaca, mismos apellidos del rijoso mandatario de Tamaulipas --hoy infectado de Covid 19--, de nombre Francisco, donde hay zonas tomadas por el narco y pueblos desiertos porque la violencia hizo que huyeran casi todos sus antiguos habitantes. La encargada ahora de la contención delincuencial en Guanajuato (je, je), es Sofía Huerta, que trabajó muy cerca de Genaro García Luna, el cual “puede ser culpable”, según el volátil Felipe Calderón.

Frente a este clima, no es ilógico el atentado a Omar García Harfuch. Quien ha detenido a los asociados al Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), desde los miembros de la Unión Tepito, la Antiunión, a chinos en la plaza de las drogas y hasta Roberto Oseguera, hijo del Mencho, extraditado rápidamente a EU.

Como bien lo escribió Raúl Rodríguez (El Universal, 26 de junio). En la mira del CJNG están Santiago Nieto (UIF), Omar, Marcelo Ebrard (SRE) y Alfonso Durazo (SSC), quien no sirve ni para la declaración más trivial.

De los 28 implicados ya están detenidos 19. Esperemos que no salgan por supuestos errores. Más bien que se profundice la investigación. No hay que olvidar que el 21 de octubre de 2019 hubo una operación en Tepito, capturaron a 31 personas con todo: droga, equipos de comunicación, dinero, armas y dejaron libres a 30 de los aprehendidos.

Por cierto, los elogios a Claudia Sheinbaum por esta forma de encarar los problemas de seguridad e incluso la pandemia, los han proporcionado hasta comentaristas como Ignacio Zavala (El Financiero, 29 de junio), esposo de María Scherer y cuñado de Felipe Calderón.

 

 

 

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