Sentenciado Joaquín Guzmán Loera, el
negocio del narcotráfico está y va a seguir


* Los gobiernos de Estados Unidos y México contribuyeron a crear la fama, la leyenda, el mito del Chapo: José Reveles * Archivaldo fue descuidado “por culpa” de las mujeres * Ahora mismo hay peleas sangrientas por el control de los territorios

Genaro Rodríguez Navarrete
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.    @GNavarrete

José Reveles, periodista e investigador, ha estimado que el fallo de cadena perpetua dictado el 17 de julio por el juez Brian Cogan de la Corte Federal de Brooklyn, Nueva York, contra Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, el Chapo, en el marco del llamado “juicio del siglo”, “era de esperarse” porque el exlíder del Cártel de Sinaloa, “nunca se declaró culpable, siempre dijo que era inocente de los cargos” que se le imputaban.

“Ésta postura hace que no se pueda negociar en la Corte”, acota Reveles. “Se puede negociar a cambio de reducir penas, mandar a una cárcel menos estricta, con más posibilidad de movimiento, visita de familiares y conyugal. Como acusado puedes ofrecer a cambio dinero, millones de dólares, hasta lograr que la familia no sea molestada y le dejen el dinero suficiente para que vivan tres o cuatro generaciones siguientes. Todo eso no lo hizo el Chapo’. Se aferró a que era inocente. Entonces era muy lógico que le dieran esa sentencia.

“Y le pudieron haber dado dos o tres cadenas perpetuas”, remarca José Reveles. “Así se estila en Estados Unidos. De hecho, otro mexicano, Juan García Abrego está purgando, creo, 11 cadenas perpetuas. Todo mundo sabe que eso es imposible de cumplir, pero es una forma de mandar el mensaje: ‘Tú eres mi prisionero y vas a pagar todas las que debes’. A Guzmán Loera ´’le cargaron las tintas’ porque tuvo un juicio muy mediático; habría que lucirse. Seguramente hasta le inventaron algunos delitos, más de los que cometió con tal de no dejarlo salir jamás. Esa es la tirada. Ese es el destino personal del Chapo. Nunca podrá pisar fuera de la prisión.

“Pero en el tema del tráfico de drogas, el negocio sigue. Está ahí estructurado como una empresa, con sus clientes, compradores y adictos. Y si no lo hace el Chapo, lo hace Ismael (el Mayo) Zambada; o bien, otra persona cuyo nombre jamás hemos escuchado.

“Recuerde que el Chapo se lo dijo a Sean Penn: “Cuando yo ya no esté en esta tierra, preso o muerto, pues va a seguir la siembra, producción y tráfico de drogas porque la población mundial crece, y crecen los adictos. Nunca se va acabar esto”. Que también se lo dijo de alguna manera el Mayo Zambada al periodista Julio Scherer: “Mire, si me encierran o me matan; hoy, mañana o pasado, ya hay mil esperando”. Ellos dicen la verdad. El negocio no ha mermado desde que el Chapo está preso. Y no va a disminuir en lo que él muera”.

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 Perfil

José Leobardo Reveles Morado, periodista por la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, es un reconocido experto en el estudio de temas como narcotráfico, delincuencia organizada, desplazados, desaparición forzada y migración.

         Con una larga trayectoria dentro del diarismo fue fundador y jefe de información del semanario Proceso, director de la Revista Mexicana de Comunicación, colaborador en periódicos como La Prensa, Novedades, Excélsior, El Financiero Capital. Conductor de La Hora de la Verdad que se difundió por W Radio y del programa Todas las Voces de Capital 21 Tv.

Es autor de libros como El cártel incómodo: el fin de los Beltrán Leyva y la hegemonía del Chapo GuzmánLevantones, narcofosas y falsos positivos; El Affaire Cassez: La indignante invención de culpables en México; El Chapo: entrega y traición; y de Échale la culpa a la heroína. De Iguala a Chicago, donde analiza la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, Guerrero.

Ha sido distinguido con el Premio Nacional de Periodismo en la categoría de Reportaje (2001) y en la categoría de Trayectoria (2018).

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“El único efecto lateral que sí se podría derivar por el “juicio del siglo” es que se envalentone el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y quiera tomar territorios que son del dominio del Cártel de Sinaloa”, apostilla Reveles en entrevista exclusiva. “De hecho lo empezó a hacer desde hace unos cuatro o cinco años en la zona de Los Cabos, La Paz y San Lucas, Baja California Sur. Ahora mismo hay unas peleas sangrientas por el control de esos y otros territorios.

“Otra cosa que ya estaba sucediendo, incluso antes del proceso contra el Chapo, es la pugna entre sus tres hijos, los Chapitos: Iván Archivaldo, Jesús Alfredo y Ovidio, señalados por narcotráfico, secuestrados en el bar La Leche, en Puerto Vallarta (en agosto de 2016). Se sabe que esto fue obra del CJNG; pero tengo la impresión de que quien los contrató fue El Mayo, como una manera de jalarle las orejas a estos muchachos y decirles: ‘Esto no es una herencia de sangre. Que por ser los hijos, no van a mandar’. Fue un ‘estate quieto’ porque es muy raro: no los mataron, tampoco pidieron rescate. Fue como una llamada de atención. ‘Están haciendo las cosas mal. Deben aguantar. Sométanse al mando tradicional, histórico, que es el Mayo’.

“Éstos a su vez estaban peleados con los Dámaso (Dámaso López Núñez, el Licenciado y Dámaso López Serrano, el Mini Lic.) Compadre y ahijado del Chapo, respectivamente. Esos son lazos fuertes. A veces como de sangre. Pero el alegato de si Guzmán Loera le dejaría el imperio a Dámaso sigue siendo un misterio.

“Por otro lado está la pugna entre el Mochomito, hijo de Alfredo Beltrán, ya en edad de pelear, contra Aureliano Guzmán Loera, el Guano, hermano del Chapo. Se están peleando en la sierra, por La Tuna, Badiraguato. Lo cual ya provocó que entraran a la casa de la mamá del Chapo estando éste en la cárcel.

“En fin, todo esto está ocurriendo dentro del Cártel de Sinaloa. Se están peleando por ver quién es el mero mero, el líder, el heredero de ese mando.

“Me falta mencionar a Fausto Isidro Meza Flores, el Chapo Isidro, un disidente del Cártel de Sinaloa, que vive en Sinaloa y no han podido con él; trabaja independiente, vive y domina la zona de Mocorito, donde fue capturado el Chapo la última vez. Para mí, el Chapo cometió el error de meterse en esa zona. ¿Por qué al Mayo nunca lo han atrapado?  Porque nunca se anda ostentando con mujeres, ni diputadas del PAN ni reinas de belleza. Es moderado. Con bajo perfil. En cambio, al Chapo se le han conocido siete mujeres con las cuales tuvo 18 hijos. Era muy visible. Lo perdieron las mujeres porque bajó a una zona que no dominaba del todo para ver a la diputada panista cuyos dos hijos parece son de él. Ella lo fue a visitar embarazada a Almoloya.

“Todo eso hace evidente que el Chapo fue descuidado por culpa de las mujeres”.

¿Cómo interpretar el contacto con Kate del Castillo?

—Que no es su mujer, pero fue un descuido garrafal porque le estaban siguiendo sus teléfonos satelitales. Confiaba que éstos no podían ser intervenidos porque cambian de frecuencia. Sin embargo, la DEA tenía información al grado que hay fotografías de Kate y Sean Penn en el aeropuerto de Guadalajara. Y seguramente les dieron seguimiento. Ahí cometió errores. La geolocalización de la entrevista la publicó Río Doce, sobre terrenos agrestes de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS). Ahí hasta la UAS salió manchada.

Todo esto convirtió a Guzmán Loera en un ser mítico, muy mediático, que con sus espectaculares fugas todavía se hizo más famoso. Ahora Eduardo Guerrero Durán ha revelado que después de la última captura, el Chapo volvió a intentar evadirse; ya llevaba otro túnel. Era su plan B. Lo querían cambiar de celda: de la 30 a la 29, con lo cual se anulaba el nuevo túnel. Al final no lo cambiaron, pero ya estaban a punto. ¿Qué quiere decir esto? Que México temía que se le volviera a pelar. Por eso, Guerrero Durán lo lleva a la cárcel de Ciudad Juárez. Guerrero era el director de las cárceles de Chihuahua antes de ser el encargado de las prisiones del país. Conocía perfectamente todos los penales. Algunos los remodeló.

¿Se ve complicado que la apelación a su sentencia prospere?

            —La apelación del Chapo no va a prosperar. Su caso no es jurídico, sino político, diplomático y mediático, donde el ganón es Estados Unidos. La potencia que puede hacer arbitrariamente lo que se le antoje. Y que muy seguramente pasó por encima de la ley. ¿Qué instancia gringa lo va a reconocer? No pasará. Yo creo que el pobre Chapo no tiene salida. Tal vez, su gran inteligencia lo llevó a pensar que allá sí se respetan las leyes porque jamás se declaró culpable ni entregó dinero.

Ahora ambos gobiernos, el de México y Estados Unidos, se disputan su posible riqueza.

—¿Dónde la van a encontrar? Es un chiste. ¿Por qué no lo hizo México mientras el Chapo estuvo aquí y no lo hizo Estados Unidos en tanto lo mantuvo allá, en el juicio? ¿Por qué hasta ahora? Tiene años que se sabe que el Cártel de Sinaloa metió dinero en bancos estadunidenses, que fueron investigados y multados. Que no se hagan los ignorantes. Se está bordando en el vacío. No hay evidencia pública de que le hayan quitado algo valioso. Alguna propiedad relevante, aviones, submarinos, barcos, no. Creo que es absurdo estar hablando de eso.

Pero ¿cómo es que apareció en el ranking de multimillonarios de Forbes?

—Era el 701. La pregunta es ¿cómo logró Forbes saber que su fortuna era de mil millones de dólares? Creo que se especula mucho. Es muy mediático el asunto. Se inventa bastante. El mito, la leyenda del Chapo la empezó a hacer el gobierno mexicano y después el gobierno de Estados Unidos. El Chapo comienza a conocerse cuando lo del cardenal Posadas Ocampo y su captura en Guatemala. Se convirtió en un mito. Hubo todas las versiones: que lo confundieron con el cardenal; pero no se parece en nada; que confundieron el Gran Marquis blanco del año 1993 porque la esposa del Chapo tenía uno igual; que fue un fuego cruzado. Pero el Chapo nunca fue el autor de la muerte del cardenal. La historia verdadera, basada en declaraciones ministeriales, es que fueron los Arellano Félix. Y el que se hizo famoso fue el Chapo. A partir de ahí no deja de ser un capo muy importante. Que sí operó desde el penal de Puente Grande. Que sí recibió la ayuda de sus amigos entonces: los Beltrán Leyva y el Mayo, que le daban suficiente dinero para sobornar dentro del penal y vivir como rey adentro. Que se convierte en leyenda cuando se escapa de esa cárcel y vive más de 13 años sin que lo capturen. Lo agarran hasta febrero de 2014.

La leyenda va a seguir. Habrá muertes, enfrentamientos y se los van a querer atribuir al Chapo, en venganza. Él ya no puede hacer nada. Está en una cárcel de altísima seguridad: la ADX Florence, en Colorado, subterránea, donde no tendrá ni una hora de movimiento fuera de la celda, ni un rayo de sol. No creo que el gobierno estadunidense lo quiera cambiar. Está totalmente fregado. Es una muerte lenta en vida. Con la imposibilidad, si él quisiera, de suicidarse, porque va a estar supervigilado. Le tocó la de perder. Mucha gente, incluyendo el presidente de la república, ha dicho que le da pena la situación del capo. Bueno, él se lo buscó. Vivió bien, con muchas mujeres, me imagino que con grandes lujos que ni siquiera las unidades de inteligencia financiera y lavado de dinero han podido descubrir. Pero de que llevó la gran vida, la llevó.

Durante el proceso contra el Chapo se presumió que éste habría sobornado incluso hasta miembros de las altas esferas del poder político.

—Sí, lo dijeron sus socios mexicanos y colombianos. Lo que ocurre es que como todo fue muy mediático, tanto al gobierno mexicano como al estadunidense se les hizo fácil asumir como que no oyeron eso. O sea, porque se van a tomar el trabajo de recoger unas palabras o acusaciones, en un juicio, a un narcotraficante y de ahí iniciar un proceso contra un expresidente de la república. No hay necesidad. Y México no lo hizo. No retomó eso para llamar a juicio a Felipe Calderón ni a Enrique Peña Nieto. No ocurre nada. Como no ocurrirá ahora que Andrés Manuel López Obrador pregunta dónde quedó el dinero que le quitaron al chino Zhenli Ye Gon. Es la impunidad que está tan enquistada en el país. Cualquiera puede cometer la peor barbaridad y no será llamado a juicio, menos a posteriori.

Entonces no pasará nada porque todo fue el escándalo, el show para las audiencias, la opinión pública, los medios que se desmañanaban y estaban bajo la nieve esperando entrar a las audiencias. Ni Washington ni Palacio Nacional de México van a querer mover esos asuntos. Lo que pasó, pasó. Lo que se dijo, se dijo. Se mezclaron muchas mentiras con verdades. Por lo tanto, no le va a pasar nada a Calderón ni a Peña Nieto.

¿Cuál ha sido el papel de agencias como la DEA en este asunto?

—Siempre han estado participando. Pero creo que desde tiempos de Calderón se les dio la facilidad hasta de andar armados en territorio nacional. Te puedo asegurar que agentes de la DEA participaron en las capturas del Chapo en Guatemala y en la de Mocorito. Aunque aparezca un súper policía apellidado González Perrín ya cuando lo tenían capturado en un hotel.

Hay un libro que relata cómo fue capturado. Se titula Cazando al Chapo (Harper Collins) de Andrew Hogan. Un agente gringo que desde hace años le seguía la pista a través de las llamadas telefónicas. Por más que cambiaba de teléfonos y de chips. Gracias a esos celulares, siempre sabían dónde estaba el Chapo. Toda la vida. El trabajo lo hizo Estados Unidos, que acompañó físicamente y le pasó los datos a la Marina.

Como ciudadanos, nos preguntamos si ¿acaso tras el llamado “juicio del siglo” habrá una baja en los índices de inseguridad y violencia?

—No. Definitivamente no. Ha avanzado demasiado la violencia. Ésta va a continuar. Ojalá que pronto acabe. Este gobierno ya no podrá estar diciendo ‘mira el tiradero que nos dejaron’. Pasando el año, este régimen ya no puede seguir diciendo eso como echándole la culpa a los de atrás. No. Ya ahora los muertos son su responsabilidad. Y ojalá funcione la Guardia Nacional, que me parece es una militarización del país.

¿La Guardia Nacional será capaz de cumplir con los objetivos para los cuales se fundó?

—No veo que haya muchos guardias nacionales entrenados en operaciones de inteligencia. Están educados para responder al fuego. Entonces van a seguir como si estuvieran como siempre. Se tienen que cuidar de no violar los derechos humanos y por más que lo diga el presidente, ellos son de origen militar y están capacitados para responder con las armas.

            La preocupación es mayor porque, al parecer, en los meses recientes, se ha registrado un repunte histórico de la violencia.

            —Sí, porque la escalada viene dándose. La escalada no se da con un cambio de gobierno. Se frena con medidas de mediano plazo. Pero no se está haciendo un recambio en el modo de combatir la violencia. Quizá lo intenten con relativo éxito en la Ciudad de México. Aunque no necesariamente en todo el país. Van a poner a la capital como plan piloto y ejemplo para que todo mundo acepte la Guardia Nacional. 

¿Está de acuerdo en la tesis de que se está librando una guerra contra las drogas que no es de México?

—Así es. El prohibicionismo lo impuso Estados Unidos con la ley seca del alcohol y después contra las drogas. Esto está bien documentado en un libro que se llama Tras el grito (Paidós) del británico Johann Hari. Allí está toda la historia y cómo inventaron el prohibicionismo promovido por Harry J. Anslinger y Richard Nixon. Ligaron tres cosas: jipismo, los negros y la oposición a la guerra de Vietnam. Esto ya está demostrado en documentos desclasificados. Hicieron esta perversa mezcla para justificar la guerra contra las drogas. Y, en efecto, quienes propician la producción de la droga son los adictos estadunidenses.

Y mientras exista ese mercado, el negocio continuará.

            —Tal cual se lo dijo el Chapo a Sean Penn: Crece la población, crece el mercado y crece la producción. Ahora Estados Unidos tiene una cantidad mayor de marihuana, más potente y mucho mejor que la mexicana. Algún día no nos van a necesitar. Y el día en que ellos tengan la heroína suficiente será más complicado porque del cultivo de la amapola vive mucha gente de Guerrero, Michoacán, Sinaloa, Chihuahua y Durango. Bajó mucho de precio. Ahora es una cuestión de mercado. Tienen que ajustar los precios a nivel internacional para que México pueda seguir viviendo de la venta de drogas.

            ¿Qué opina de la corriente a favor de la legalización de la marihuana?

            —Estoy de acuerdo. Pero lo están haciendo expresidentes mexicanos que nunca procedieron en su momento. (Ernesto) Zedillo y (Vicente) Fox; (César) Gaviria en Colombia, (Henrique) Cardoso en Brasil. Se unieron a un movimiento mundial que promueve Naciones Unidas para la despenalización o la legalización de la marihuana. Curiosamente, México no se ha sumado del todo. Empezó con los permisos que dio la Suprema Corte. Pero no se puede comercializar ni transportar. Al contrario, en Estados Unidos donde se está despenalizando, sí se permite comercializar, hay tiendas; se vende en sobres o en frascos. Esto no ocurre en México. O sea, otra vez vamos a la cola. Terminaremos legalizando, pero vamos a tardar. Y producir solamente morfina para los laboratorios, como propone la doctora Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación, se necesita la autorización de Naciones Unidas. Por tanto, esto demorará todavía más.

Para finalizar, José Reveles prevé que después de la sentencia contra el Chapo, “no se puede aplicar el dicho popular que podría sonar despectivo: ‘Muerto el perro, se acaba la rabia’. Aquí no está muerto. Es una muerte en vida. Y no es un perro, es un ser humano. Y no se acaba la rabia. No se termina el tráfico. El negocio está y va a seguir”.

 

 

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