La “puerta giratoria” de los expresidentes

* A partir del sexenio de Ernesto Zedillo la circulación de las élites entre los espacios públicos y privados, nacionales e internacionales, se volvió una práctica frecuente.

Pablo Cabañas Díaz
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El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, acusó a Felipe Calderón de corrupción y tráfico de influencias al ser nombrado consejero asesor de una empresa que fue contratada durante su sexenio para vender energía a la Comisión Federal de Electricidad, CFE, (4/01/2019). Calderón negó las acusaciones en su contra, así como la relación con otras empresas en las que  ha existido conflicto de interés y retó al presidente de la república a probar los señalamientos. El titular del Ejecutivo expresó que no debatirá con el expresidente sobre si incurrió o no en conflicto de interés al formar parte del Consejo de Administración de la empresa Avangrid. Justificó que no sólo se refirió a Calderón (2006-12), pues también el expresidente Ernesto Zedillo (1994-00) fue parte de las ferroviarias Kansas City Southern y del Consejo de Administración de Union Pacific. Sin embargo, ofreció disculpas a Calderón. “Entonces, para que no vuelva a pasar y que no se moleste (Calderón), que no se disguste, que le ofrezco disculpas, pero que se les pasó la mano. Eso no se puede hacer”, señaló López Obrador. Calderón dijo a través de su cuenta de Twitter que aceptaba la disculpa de López Obrador pero destacó que siempre ha actuado con rectitud legal y ética, y reiteró su disposición para dialogar sobre ese y otros temas (5/01/2019).

II

A partir del sexenio de Ernesto Zedillo la circulación de las élites entre los espacios públicos y privados, nacionales e internacionales, se volvió una práctica frecuente. En la mayoría de los casos, los funcionarios se movían del sector público al privado. Algunos ejemplos son el propio Zedillo, quien después de dejar la Presidencia de la República en el año 2000, fue invitado a participar en por lo menos diez consejos de grandes corporaciones transnacionales; Pedro Aspe, que ha detentado asientos en los consejos de corporaciones mexicanas (Volaris y Televisa); Jaime Serra Puche, Herminio Blanco y Francisco Gil Díaz, quienes han ocupado asientos en los consejos de grandes firmas nacionales e internacionales. Ninguno de estos exfuncionarios regresó a la administración pública después de que se reciclaran al sector privado. 

Se auspició lo se denomina la “puerta giratoria” (revolving door), esto es, un tránsito cada vez más frecuente de los espacios de decisión públicos a los privados y viceversa. 

Un ejemplo de “puerta giratoria” ocurrió el 20 de julio del 2016, fecha en la que el expresidente Felipe Calderón fue nombrado miembro del Consejo de Administración de la estadunidense Avangrid, filial de la compañía española de energía Iberdrola que posee el 80 por ciento de la empresa y que antes de la adquisición, se llamaba UIL Holdings. Iberdrola tiene una fuerte presencia en México desde hace 18 años. 

Es importante hacer mención que la inversión extranjera en México alcanzó un monto histórico durante el primer lustro del mandato de Felipe Calderón; sin embargo, en los últimos dos años registró un incremento del capital especulativo y de poco impacto en el crecimiento económico y la generación de empleos, según datos del Banco de México. De acuerdo con las cifras de la balanza de pagos de México, entre 2007 y 2011 la inversión extranjera total contabilizó un flujo de 167 mil 74 millones de dólares, monto superior a los 131 mil 700 millones que ingresaron en los primeros cinco años del mandato del expresidente Vicente Fox. Durante 2001-2005 del total de la inversión extranjera que llegó al país el 92.3 por ciento fue directa (IED) la que sí genera crecimiento económico y creación de empleos y el restante 7.7 por ciento fue inversión de cartera, también es considerado como capital golondrino. 

En contraparte, el lustro de la gestión de Felipe Calderón la composición de las inversiones tuvo un cambio significativo, pues entre 2007 y 2011 la IED registró una participación de 61.4 por ciento, contra un peso de 38.6 por ciento por la parte del capital golondrino. El cambio en esta estructura se acentuó entre 2010 y 2011, años en los cuales ingresó más inversión de cartera y no así la directa. En esos dos años, la inversión extranjera en México sumó 88 mil 823 millones de dólares, de los cuales 39 mil 647.4 millones (45 por ciento) fue directa y 49 mil 176 millones (55 por ciento) fue de cartera.

El capital español antes de  2008 controlaba el 43 por ciento de la producción  independiente de electricidad en México. Con la llegada de Calderón, para Iberdrola su cliente más importante fue la CFE, a la que le vende energía. Calderón por el desempeño de este cargo recibe un salario. Desde  2016, el expresidente señala que no viola ninguna ley al haber pasado tres años y medio desde que dejó la Presidencia de la República. También como si fuera un simple exfuncionario comunicó que la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos establece que éstos deben abstenerse de aceptar algún empleo o comisión hasta un año después de haber dejado el cargo.

Con Calderón en la multinacional española, la CFE anunció que la empresa Iberdrola Generación México ganó la licitación de la segunda convocatoria del proyecto 42 CC Noroeste (Topolobampo II), al presentar la mejor oferta técnica y económica. El proyecto tenía como objetivo el desarrollo de las instalaciones, diseño, construcción, pruebas y puesta en servicio de la central, así como la operación y mantenimiento de la misma, y el tiempo estimado para su ejecución es de 30 meses. La central de ciclo combinado de Noroeste fue proyectada con una capacidad de 887 megawatts, es decir, producirá energía, cuando entre en funcionamiento, equivalente al consumo de más de 3 millones de mexicanos.

En el último año del sexenio de Enrique Peña Nieto, la CFE confirmó que Iberdrola sería la encargada de la construcción, puesta en marcha, operación y mantenimiento de esta planta de generación, además de ser su propietaria, por lo que la compañía española esperaba vender toda la energía a la CFE, mediante un contrato a 25 años con cargos fijos de capacidad y por energía. Un negocio en el que la política y la economía se unían en contra de los consumidores mexicanos. 

III

Iberdrola llegó a México en el sexenio de Ernesto Zedillo en 1998, justo cuando enfrentaba en su país demandas por cohecho, tráfico de influencias y sobornos a funcionarios públicos para obtener permisos de operación. Tanto en España como en Guatemala, Bolivia y Brasil  esta empresa acumula denuncias por cobros abusivos en las tarifas a sus consumidores.

La administración de Calderón recibió a Iberdrola con la adjudicación de un contrato por 605 millones de dólares para modernizar la Central Nuclear Mexicana Laguna Verde en propuesta conjunta con Alstom, compañía que en 2002 vendió a la CFE turbinas de gas que presentaron problemas tecnológicos. En su información financiera, el corporativo asegura que el gobierno mexicano le asignó este proyecto gracias a su “experiencia y capacidad técnica adquiridas durante los últimos años en proyectos nucleares, tanto en España como en el extranjero (Brasil, Eslovaquia, Ucrania, Rusia, Francia, Italia y Alemania)”, y por su infraestructura. 

En México, un ejemplo de las practicas que desarrolla la multinacional, es el contrato de obra pública a precio alzado PIF-001/2006, que la CFE otorgó a Iberinco  en el sexenio de Calderón el 18 de enero de 2006 para la ejecución de la obra civil de la Subestación Eléctrica Arroyo Coyote, ubicada en Nuevo Laredo, Tamaulipas, y la Subestación Eléctrica Carbón II, ubicada en Nava, Coahuila. Mediante el contrato 4540001824, la española subcontrató a Electrificaciones Parral, SA (EPSA). A medida que avanzaba la obra, Iberdrola ordenó trabajos no considerados en el proyecto original; y aunque éstos fueron remunerados por la CFE, la trasnacional no los liquidó a EPSA.

El poder de Iberdrola fue en auge en México en los sexenios de Calderón Hinojosa y de Peña Nieto. En septiembre de 2014 el  ciudadano español Miguel Ángel Gallardo, interpuso una denuncia penal contra el coordinador de vinculación de la Presidencia de México, Jesús Ramírez Strabos, quien simultáneamente ocupaba un puesto en el Consejo de Administración de Iberdrola México, lo que constituye indicios de corrupción según el Código Penal español.

Gallardo agregó que “Los pagos de Iberdrola al funcionario público mexicano Jesús Ramírez Stabros fundamentaban esa acusación penal”. Ramírez Stabros ocupaba su cargo público al mismo tiempo que el privado como integrante del Consejo de Administración de Iberdrola México. “Con el debido respeto, consideramos que estos hechos deben ser eficazmente investigados tanto en México como en España, de manera que se sancione al funcionario mexicano pero también a la empresa española”. Este hecho fue ignorado en México. Ante el silencio mediático la excepción fue el periódico Pulso Diario, de San Luis Potosí, que publicó el 22 de agosto de 2014 que Ramírez Stabros, reconoció su pertenencia al Consejo de Administración de la filial en México del gigante energético español Iberdrola. 

La revelación implicaba que ocupó ese puesto en una empresa privada al mismo tiempo que se desempeñó como diputado federal, legislador local y era también un serio  aspirante a la gubernatura estatal y un funcionario que tenía una oficina en la entonces casa presidencial  de Los Pinos. En la nota se menciona que Ramírez Stabros envió una carta confirmando su participación en Iberdrola pero aclaró que renunció el 5 de junio del 2014. “A partir de mi renuncia no he tenido ninguna relación adicional con la empresa y he dedicado toda mi atención a mi actual encargo como coordinador de Vinculación de la Oficina de la Presidencia”.

IV

Otro hecho documentado es el caso de Ibérico, la filial de ingeniería de Iberdrola, que fue relevada en 2012 tras un escándalo de corrupción en Letonia. Iberdrola destaca que en 2013, tras una “due diligenceinvestigación interna, rompió con ese intermediario y que “ya no contrata consultores comerciales”, ya que Iberinco trabaja ahora principalmente para la matriz. 

El diario El Confidencial, de España, señaló en su edición del 10 de junio de 2016 “que las comisiones en el sector de la energía son algo frecuente. Una fuente del sector explica que es normal pagar a un intermediario si le ofrece a una gran eléctrica o petrolera un jugoso plan de negocio o una concesión. A menudo esos intermediarios son los que engrasan la relación con los políticos, en ocasiones fomentando la corrupción y dejando limpias las manos de las multinacionales”. La empresa, según El Confidencial, tiene su propio caso de corrupción en España. “Anticorrupción investiga desde hace año y medio una trama de pago de 110 millones en comisiones a altos cargos de la Junta de Castilla y León para obtener los permisos para construir parques eólicos en esa comunidad en virtud de que acababan en manos de Iberdrola, según la denuncia de la Agencia Tributaria que dio origen al caso”.

La presencia de Iberdrola en México, no está encaminada a mejorar ni la eficiencia privada, ni la eficiencia pública en los procesos de generación de energía eléctrica, mucho menos a mejorar el bienestar social, su aparición en nuestro país es para satisfacer los intereses financieros de los grupos de poder.

Desde la elección presidencial del 2006, la más cerrada en la historia de México, en la que hubo una diferencia de 233 mil votos, la continuidad institucional, legal y cultural del viejo régimen mantuvo por 12 años más sus prácticas de corrupción. El quiebre se da a mediados del 2014, en lo que parecía ser una historia de éxito de una tecnocracia conservadora que había logrado completar el ciclo neoliberal en México, se convirtió de pronto en un relato de horror, incompetencia y abierto desafío a la opinión pública, en donde son múltiples los ejemplos de corrupción, tráfico de influencias y conflictos de interés. Iberdrola es un ejemplo de un ciclo político y económico que aún representa para sus beneficiarios poder y dinero,  para  los consumidores costos más altos y mala calidad en el servicio de generación de energía eléctrica.

 

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